La promesa del asentamiento Finalmente, la promesa del asentamiento. Dice este v. 3: «Habitarán entre las ciudades desoladas». Son ciudades desoladas por el pecado, la ignorancia y la opresión diabólica. No es cuestión de extenderse únicamente y conquistar territorio; ¡es cuestión de asentarse en las nuevas regiones! Es la proclama del evangelio, la plantación de la iglesia, y el afianzamiento de la misma en medio de la sociedad. Veamos cómo viven algunos de los tantos pueblos no alcanzados, donde
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